Bienvenido a ILUNION.
Bienvenido a ILUNION.
Se acerca el buen tiempo y con el final del frío y el aumento de las temperaturas apetece salir más de casa.
Pasear es casi lo único que durante meses los más precavidos se han atrevido a hacer. Y además, de lo más saludable, especialmente para los menos jóvenes.
Más allá de los beneficios en la salud física, como una mejora cardiovascular, de las articulaciones y la musculatura, caminar con frecuencia mejora también el estado de ánimo.
Sin embargo, no siempre es posible salir a caminar, o al menos hacerlo con regularidad, siendo algo que afecta principalmente a las personas mayores o aquellas que tienen algún tipo de dificultad en la movilidad.
Además, tras tantos meses de confinamientos obligatorios y autoimpuestos, han experimentado un empeoramiento de algunos problemas de salud que ya tenían, sobre todo respecto a la marcha, el equilibrio y la movilidad articular. Se han visto incluso mermadas algunas capacidades que antes permanecían intactas, suponiendo una importante limitación a la hora de reanudar el día a día y las actividades que llevaban a cabo entonces.
Se vuelve, por tanto, un círculo vicioso: no salgo porque me cuesta, y cada día me cuesta más porque no salgo.
Si a esto le añadimos el hecho de que muchas personas mayores viven solas y no cuentan con personas de apoyo que puedan acompañar en esas salidas, la situación se complica y la sensación de soledad aumenta: ahora en casa siguen quedando aquellas que ya antes de la pandemia apenas salían.
Ante esta situación, consideramos muy necesario poder apoyar y acompañar a las personas mayores solas usuarias del Servicio que por estas circunstancias no tienen facilidad para salir de manera autónoma de su domicilio.
Así, desde el mes de abril hemos comenzado una actividad de paseos saludables con aquellas que tienen mayor riesgo y que a pesar de la crisis sanitaria quieren y necesitan recuperar poco a poco su día a día.
Además, hemos retomado el contacto con las vecinas clave que quieren ayudar a formar una red de apoyo que reduzca el aislamiento y soledad de las personas mayores usuarias del Servicio.
Buen ejemplo de ello fue el paseo que dimos con Ana, gracias al cual pudo conocer a dos vecinas de Casa de Campo y charlar sobre anécdotas de los inicios del barrio.
Poco a poco iremos extendiendo esta actividad para que llegue a más personas, esperando también contar con el apoyo de vecinos y vecinas de los barrios del Distrito que han mostrado interés en formar una red de apoyo que sirva como vínculo comunitario para las personas mayores que viven solas.