Recursos para permanecer en nuestro domicilio

Anteriormente hablamos sobre la predisposición a que las personas mayores vivan el máximo tiempo posible en su casa, con los apoyos necesarios. Pero, ¿sabemos cuáles son estos apoyos?

Quizá nos suene el Servicio de Teleasistencia Domiciliaria, coloquialmente llamado “botón rojo” o “medalla”, que permite solicitar ayuda y recibir atención telefónica inmediata a las necesidades que se produzcan en el domicilio las 24 horas del día, los 365 días del año. Lo que quizá no sabemos es que aunque es recomendable entregar las llaves, no es obligatorio.

Más conocido puede ser el Servicio de Ayuda a Domicilio, que ofrece apoyo para atención doméstica (limpieza, compra, elaboración de comidas, etc.) o personal (apoyo al aseo personal, toma de medicación, etc.), proporcionando un conjunto de actuaciones asistenciales para aquellas personas con dificultades para desenvolverse en su domicilio.

Pero también tenemos posibilidad, según nuestras necesidades, de contar con Servicio de Comida a domicilio cuando hay limitaciones para cocinar o la alimentación es deficiente; o el Servicio de Lavandería a domicilio (para quienes no pueden realizar por sí mismas tareas relacionadas con la limpieza y planchado de ropa, bien debido a su estado físico/psíquico o bien porque no se disponga de lavadora y plancha, ni posibilidad de instalación).

Si lo que necesitamos son adaptaciones de la vivienda ante nuevas necesidades (por ejemplo, asideros, platos de ducha...), hay disponibles ayudas para acondicionamientos geriátricos, así como ayudas técnicas para personas que no pueden moverse y/o se encuentran encamadas de forma permanente o temporal (camas articuladas, colchones antiescaras o grúas).

Por otro lado, en los Centros Municipales de Mayores se puede acceder a un servicio de Fisioterapia preventiva, a través de actividades grupales y Podología a un precio más asequible.

Para los casos en los que la persona tenga deterioro físico o cognitivo que les impida o limite su independencia, están los Centros de día. Con ellos se pretende retrasar o evitar el ingreso en un centro residencial, a través de una atención psicosocial, preventiva y rehabilitadora, que ayude a prevenir y/o compensar la pérdida de autonomía.

Finalmente, si tenemos problemas de alojamiento (por carecer de vivienda o porque no sea adecuada) podemos optar al Servicio de Apartamentos para mayores: pisos individuales o compartidos supervisados, destinados a personas mayores independientes, que estén dispuestas a ingresar en una residencia cuando requiera de ayuda para su autocuidado o en las tareas del hogar.

Así que hay distintos tipos de apoyo que podemos recibir cuando queremos continuar viviendo en nuestro hogar pero tenemos algunas necesidades de apoyo que nos dificultan llevar a cabo algunas actividades de la vida diaria.

Si tenéis alguna duda sobre este tipo de recursos o cómo solicitarlos, no dudéis en llamarnos. Os animamos a que tengáis en cuenta todas las opciones para tener la mejor calidad de vida posible, ya sea dentro o fuera de vuestro domicilio.